A mi esposo, Rafael , y a mi, siempre nos ha gustado caminar, dando largos paseos juntos; lo hacíamos cuando vivíamos en España, en cada uno de los sitios que hemos visitado, y lo hacemos ahora que vivimos en California. A veces conversamos mucho, mientras paseamos; otras, son muy pocas las palabras que intercambiamos, pero siempre caminamos cogidos de la mano.
Los diferentes horarios de trabajo; la falta de tiempo, en muchas ocasiones; el cansancio luego de una larga jornada laboral; son unas de las razones que nos impiden salir a caminar juntos más a menudo. Pero, lo cierto es que, cuando hay cosas que nos preocupan, ya sean personales, familiares o de trabajo, el caminar juntos nos ha servido para comunicarnos y unirnos más.
A lo largo de los años, Rafael, ha aprendido a conocerme, y yo a él; por eso cuando el siente que algo me pasa, que estoy deprimida, desmotivada, preocupada, aburrida, triste o simplemente muy callada, me invita dar un paseo; él sabe que una de las cosas que más me gusta es pasear mirando el mar o a través del campo. El otro día, al llegar a casa, me dijo que me alistara que íbamos a dar un largo paseo; acepté la invitación de inmediato!
Fullerton, tiene una preciosa red de caminos a través de los bosques naturales que posee; los caminos están adecuados para ser usados montando a caballo, caminando, corriendo, trotando, en bicicleta, etc. Una de las rutas más bonitas está al lado de donde vive mi hermana Eleonore, muy cerca de donde nosotros vivimos; ese fue camino que elegimos para nuestra caminata.
Se le conoce como Juanita Cook Trail , tiene una longitud de 3 millas y a su vez se conecta con otras rutas, que nos pueden llevar a diferentes sitios; en esta ocasión decidimos tomar el sendero que nos llevaría al lago.Nos cruzamos con infinidad de personas, adultas , jóvenes, niños, ancianos; unos haciendo ejercicio; otros conversando; otros paseando a sus mascotas o montando a caballo; otros sentados meditando y haciendo ejercicios de respiración; otros simplemente respirando aire fresco y admirando la naturaleza, como nosotros. Al llegar al lago nos sentamos un rato a conversar y observar a las aves y patos que lo habitan, así como a las personas que se encontraban pescando, leyendo, o simplemente paseando por sus orillas. Luego emprendimos el camino de regreso, al sitio dónde habíamos dejado mi automóvil.
Yo tenía varios días desmotivada, necesitaba elegir un diseño para un trabajo de intercambio que se vence en pocos días, y no encontraba la inspiración necesaria para llevarlo a cabo; cuando llegue a casa, estaba bastante cansada, luego de casi 2 horas y media de caminata, en que habíamos recorrido más de 6 millas; pero mi espíritu estaba lleno de esa vida que nos trasmite la naturaleza, del saludo afectuoso y las sonrisas que nos brindaron todas y cada una de las personas con las que nos cruzamos; ya tenía en mente varias ideas entre las que podía elegir para realizar, el proyecto para el intercambio.
Los diferentes horarios de trabajo; la falta de tiempo, en muchas ocasiones; el cansancio luego de una larga jornada laboral; son unas de las razones que nos impiden salir a caminar juntos más a menudo. Pero, lo cierto es que, cuando hay cosas que nos preocupan, ya sean personales, familiares o de trabajo, el caminar juntos nos ha servido para comunicarnos y unirnos más.
A lo largo de los años, Rafael, ha aprendido a conocerme, y yo a él; por eso cuando el siente que algo me pasa, que estoy deprimida, desmotivada, preocupada, aburrida, triste o simplemente muy callada, me invita dar un paseo; él sabe que una de las cosas que más me gusta es pasear mirando el mar o a través del campo. El otro día, al llegar a casa, me dijo que me alistara que íbamos a dar un largo paseo; acepté la invitación de inmediato!
Fullerton, tiene una preciosa red de caminos a través de los bosques naturales que posee; los caminos están adecuados para ser usados montando a caballo, caminando, corriendo, trotando, en bicicleta, etc. Una de las rutas más bonitas está al lado de donde vive mi hermana Eleonore, muy cerca de donde nosotros vivimos; ese fue camino que elegimos para nuestra caminata.
Se le conoce como Juanita Cook Trail , tiene una longitud de 3 millas y a su vez se conecta con otras rutas, que nos pueden llevar a diferentes sitios; en esta ocasión decidimos tomar el sendero que nos llevaría al lago.Nos cruzamos con infinidad de personas, adultas , jóvenes, niños, ancianos; unos haciendo ejercicio; otros conversando; otros paseando a sus mascotas o montando a caballo; otros sentados meditando y haciendo ejercicios de respiración; otros simplemente respirando aire fresco y admirando la naturaleza, como nosotros. Al llegar al lago nos sentamos un rato a conversar y observar a las aves y patos que lo habitan, así como a las personas que se encontraban pescando, leyendo, o simplemente paseando por sus orillas. Luego emprendimos el camino de regreso, al sitio dónde habíamos dejado mi automóvil.
Yo tenía varios días desmotivada, necesitaba elegir un diseño para un trabajo de intercambio que se vence en pocos días, y no encontraba la inspiración necesaria para llevarlo a cabo; cuando llegue a casa, estaba bastante cansada, luego de casi 2 horas y media de caminata, en que habíamos recorrido más de 6 millas; pero mi espíritu estaba lleno de esa vida que nos trasmite la naturaleza, del saludo afectuoso y las sonrisas que nos brindaron todas y cada una de las personas con las que nos cruzamos; ya tenía en mente varias ideas entre las que podía elegir para realizar, el proyecto para el intercambio.
Gracias, cariño, por llevarme por la ruta que me devolvió la inspiración!
caminar entre la naturaleza es una bendición,ayuda mucho, y más si se camina al lado del compañero que se ha elegido,y que nos conoce, comprende y apoya.
ResponderEliminarQue bonito.
ResponderEliminarGracias a ti por dejarnos compartir una pequeña parte de esa caminata.