Las páginas 25 a la 28, casi en su totalidad, están destinadas a un alfabeto compuesto por mayúsculas y minúsculas, adornado a los lados por cenefas decorativas.
Desde que comencé a bordar este diseño, que fue lanzado como un SAL, estuve pensando en la forma de personalizarlo, ya que el mismo carecía de una sección especial para hacerlo; por lo que tenía claro que debía crear mi propio espacio para tal cometido.
A medida que bordaba las primeras bandas de alfabetos y cenefas que componen el diseño, me dí cuenta que habían muchos más puntos de espacio entre ciertas bandas. Por lo que, a medida que fue progresando en la labor, me di a la tarea de ir reduciendo puntos de espacio para la personalización del sampler; un punto aquí, dos allá, tres más abajo; aunque todavía no tenía claro la forma en que lo haría.
Muchas veces os he comentado que, a medida que bordamos una labor, se establece una relación especial entre ella y nosotros. Es como si el diseño tomara vida y nos hablase, o se comunicase con nuestro yo interno, de una forma, si cabe, más bien subliminal. Bueno, quizás es una de las sensaciones que me embargan, puntada a puntada, mientras, el bordado y yo, nos convertimos un solo ser.
Así nació la idea de crear una banda especial con todo el espacio libre, acumulado a medida que avanzaba con el bordado; para su realización, utilicé el alfabeto que os acabo de mostrar, y me he admirado, que llegado a este punto, el espacio era el preciso para su creación!
Este es un proyecto muy especial para mi, por ello, la frase que elegí es, en cierta forma, un legado para mis futuras generaciones, pero pensando en mis hijos, para cuando yo ya no esté, que al mirar este sampler, se acuerden de mi.
Desde que comencé a bordar este diseño, que fue lanzado como un SAL, estuve pensando en la forma de personalizarlo, ya que el mismo carecía de una sección especial para hacerlo; por lo que tenía claro que debía crear mi propio espacio para tal cometido.A medida que bordaba las primeras bandas de alfabetos y cenefas que componen el diseño, me dí cuenta que habían muchos más puntos de espacio entre ciertas bandas. Por lo que, a medida que fue progresando en la labor, me di a la tarea de ir reduciendo puntos de espacio para la personalización del sampler; un punto aquí, dos allá, tres más abajo; aunque todavía no tenía claro la forma en que lo haría.
Muchas veces os he comentado que, a medida que bordamos una labor, se establece una relación especial entre ella y nosotros. Es como si el diseño tomara vida y nos hablase, o se comunicase con nuestro yo interno, de una forma, si cabe, más bien subliminal. Bueno, quizás es una de las sensaciones que me embargan, puntada a puntada, mientras, el bordado y yo, nos convertimos un solo ser.
Así nació la idea de crear una banda especial con todo el espacio libre, acumulado a medida que avanzaba con el bordado; para su realización, utilicé el alfabeto que os acabo de mostrar, y me he admirado, que llegado a este punto, el espacio era el preciso para su creación!
Este es un proyecto muy especial para mi, por ello, la frase que elegí es, en cierta forma, un legado para mis futuras generaciones, pero pensando en mis hijos, para cuando yo ya no esté, que al mirar este sampler, se acuerden de mi.
Fantástico Mayté, yo me veo capaz de bordar algo así!
ResponderEliminarComo soy curiosa he traducido la frase. Y ¡ay! que me siento identificada con lo que dices, no solo en el texto de la entrada, también en la frase bordada. Cuantas veces, cuando estoy haciendo cualquier trabajo con la aguja, que se que puede perdurar en el tiempo, pienso, si nuestros hijos lo conservaran para recordarnos.
ResponderEliminarEres una Maestra y como tal te está quedando.
Mayte yo también lo estoy bordando, pero se ha convertido en un UFO, yo también tengo que aplicar alguna personalización. Sin duda este cuadro debe pasar de generación en generación.
ResponderEliminarPor cierto también estoy bordando el Mary Wigham, acabo de empezar. Te invito a que te pases por mi blog, soy muy novata en mi recién estrenado blog, pero llevo muuuchos años bordando. Saludos.
Felicidades, yo también lo estoy bordando pero muy poco a poco.
ResponderEliminarPor cierto el Mary Wigham lo acabo de empezar también.
Te invito a que te pases por mi blog y podrás ver mi Marquoir
Mayté te este quedando precioso, como todo lo que haces, tienes unas manos increibles para bordar, esa frase le va que ni pintada. Seguro que se acordaran de ti.
ResponderEliminarBesos desde Lleida
Sweetheart, it is very lovely and will be a treasured keepsake for even your great grandchildren to remember you by! As always you add sophistication & charm to every thing you do including your needlework! Happy, happy stitching!
ResponderEliminarmuy bonito, y especial. Es un trabajo para atesorar.
ResponderEliminarMe encanta te ha quedado genial Una Pieza, ¿Donde Se Puede Adquirir El Gráfico?.
ResponderEliminarMuchos besos
Nayara, muchas gracias por tu comentario. Este diseño fue creador por una diseñadora francesa y una belga en base a alfabetos antiguos. No se si todavía está disponible, pues fue publicado como SAL hace ya varios años.
ResponderEliminarSi presionas en la etiqueta "Marquoir ABC" encontraras todas las publicaciones sobre este proyectos y en una de las primeras esta la información referente a como adquirirlo.
Buena suerte en tu búsqueda :)