Hoy me propuse ayudar a Rafael a terminar el proyecto que emprendió a inicios de este mes, que consistía en adoquinar el patio trasero de nuestra casa. Desde que nos mudamos, el año pasado, Rafael tenía ganas de transformar ese patio en un área mucho más fácil de mantener, colocar una barbacoa y sembrar algunos árboles frutales.
No se si la motivación le resurgió después de ver lo lindo que me quedo un rincón del jardín frontal de nuestro hogar. Lo terminé de decorar la semana pasada, desde entonces, Lady Kyara (mi gata), está de lo más complacida disfrutando de ese pequeño rincón de solaz.
El año pasado, a finales del verano, nos sedujo la idea de plantar algunos vegetales en un rincón del jardín trasero; a pesar de haber sido algo muy improvisado, tuvimos una buena cosecha de tomates rojos, tomates pequeños amarillos (deliciosos para las ensaladas!), pimientos verdes, rojos y amarillos; así como algunas hierbas aromáticas.
Hoy , desde temprano en la mañana, nos dimos a la tarea de darle los últimos toques al proyecto del patio trasero. Mientras Rafael colocaba los últimos adoquines en el piso; yo me puse a limpiar de hierbas mi pequeño huerto. Pusimos tierra nueva, abonamos, y podamos las plantas que han quedado de la siembra del año pasado, que ya están floreciendo y mostrando los primeros frutos.
Los árboles frutales los compramos el año pasado, casi al finalizar el otoño. Nos decantamos por 2 plantas de uvas comestibles (blancas y rojas, sin semillas). Como es costumbre las podamos al llegar el invierno y ahora están retoñando!! A mi me tocó colocar las guías para que las ramas se vayan enredando, a medida que crezcan, en el entramado que Rafael construyó para tener un área cubierta del patio para disfrutar y hacer barbacoas en las tardes cálidas del verano.
Como a Rafael le encantan los jazmines, tenemos 2 variedades diferentes; uno de ellos ya está floreciendo! Además tenemos un limonero, de los que se llaman "enamos", pues no crecen mucho, pero dan muchos frutos. El nuestro está lleno de flores de azahares que desprenden un aroma divino!! Su fragancia me recuerdan los jardines árabes de la ciudad de Córdoba, tierra donde nació mi amado Rafael.
Aún nos falta ir por más tierra para acondicionar otra área en el extremo izquierdo del patio en dónde pondremos otro pequeño huerto. Pero será la próxima semana, cuando aprovecharemos para comprar los vegetales que sembraremos y algunas plantas florales para darle algo más de color y alegría al conjunto.
Feliz semana!
Gracias por pasaros por aquí :)
Lo mejor de tener un pequeño huerto es el increible sabor que tienen las frutas y hortalizas... ni punto de comparación con lo que se compra en tiendas!
ResponderEliminarComo me gusta eso de tener un huerto, que suerte.Los andaluces tenemos debilidad por los jazmines y el azahar, si estamos lejos de Andalucía es olerlos y te transportas.
ResponderEliminarEnhorabuena por el jardin
Un beso
¡Qué buena idea!!!!! y que suerte de poder disfrutar de tu propio huerto.
ResponderEliminarsi, la verdad que el sabor de esos tomates y de la verdura recien cosechada, es inigualable.. ademas que no tinen fertilizante alguno.- felicitacioens!!
ResponderEliminarSiempre me ha gustado sembrar vegetales. Cuando vivíamos en España, aunque estábamos en un primer piso, teníamos un balcón amplio y largo, en el cual teníamos sembrados vegetales en macetas. En la actualidad no es necesario tener un jardín para sembrar, hay tantas opciones disponibles que vale la pena intentarlo. Da una satisfacción enorme!!
ResponderEliminarGRACIAS, por vuestros lindos comentarios :)
Que gratificante es coger un limón de tu árbol o hacer un ramo con tus flores ¿verdad?
ResponderEliminarBesos, ¡jardinera!
Es una actividad muy gratificante, Mayté. Casualmente ayer estuve plantando nuevas flores en mi terraza. En nuestro caso no hay verduras (tenemos la suerte de contar con el huerto de mis padres) pero siempre hay plantas en casa.
ResponderEliminarBesitos.
PD. La cosecha tiene una pinta excelente